Visiones del Campo
“…La 4ta brigada de caballería avanzaba frenética hacia al norte con los Shermans dictando la historia. El coronel Richardson guiaba a sus hombres desde la torreta e indicaba el Noroeste. La espesa niebla y las hojas resultaban un manto incógnito que la compañía Baker debería sortear con éxito para poder penetrar la línea enemiga; sumado al frío de febrero, era una situación no muy idónea para derramar sangre.
Tras diez minutos de avance ininterrumpido Richardson cerró el puño en señal de alto, había una silueta difusa que alteró la tranquila mañana y llevaba horas esperando este encuentro; enseguida dió la orden de “lights out” que indicaba apagar las colillas encendidas inmediatamente.
A tan sólo ochocientos metros se encontraba estacionada la 1era división Panzer de caballería de la wehrmacht de unos mil efectivos comandados por el General de caballería Maximilian Maria Joseph Reichffrhf von Weich zu Glon. Richardson solicitó los prismáticos al capitán Hamilton, un robusto hombre caucásico de pelos obscuros como el ébano.
Como sospechó, la primera línea de reconocimiento contaba de tres hombres con rifles de alta precisión que se encaminaban directamente hacia ellos y debía deshacerse de los mismos con prisa o la situación se volvería caótica. El coronel mandó a llamar a sus mejores francotiradores, el teniente Matthew Malone y el cabo Tyshon Price, un delgado negro que podría confundirse con un integrante del los globber trotters con facilidad. - “TFF (Time for Fun) hope u bring your underwears clean today” murmuró el teniente Scott a los soladados cercanos.
Tras las indicaciones pertinentes se apostaron a unos cinco metros de distancia del convoy blindado acostándose sobre el espeso colchón de hierba bajo sus pies, besaron los casquillos - un hábito sacro en el cuerpo de francotiradores de Massachussets - y tras jalar del gatillo la pálida dermis aria se fracturó en mi pedazos cobijando las balas en la parte anterior de las gargantas por lo que los soldados sólo lograron emitir un sonido seco, como una respuesta disfónica.
El tercer suboficial de la brigada que formaba la retaguardia del mini escuadrón de avanzada vió los cuerpos caer y exclamó con fuerza “¡Allies!”. Cuando la letra “s” terminaba de alojarse en los huesos componentes del sistema audífono aleman, Richardson ordenó el “Fire at will”casi iracundo y los Sherman y los A12 Matilda del regimiento británico de apoyo escupieron sus municiones con descaro impactando en las corazas de los PzKpfw I que inicaban un iluso intento de defensa ante la espontaneidad del ataque. La desesperación ganaba las venas de la 1era división y la confusión dió tiempo a lo gallardo para emprender la venganza. El Teniente General Rudolf Schmitt inició la contraofensiva ordenado a sus mayores generales, Friederich Kirchener y Ricard Koll desplegarse en formación y cubrir el flanco oriental de manera urgente. La escarcha derretida se filtraba por sus botas y un punzante dolor acariciaba las humanidades haciendo de aquella batalla un suceso más atroz aún.
Bajo el sonido de los proyectiles que formaban un arco gigante, el 81º peloton motorizado se cubría tras las enormes siluetas de los PzKpfw I y II; los bramidos germánicos se extendían en las ondas sonoras del bosque y llegaban a la compañia Baker saciando su sed de victoria…” [Continuará - Todos los derechos reservados]
pd: los PzKpfw I y los Matilda en la realidad nunca se enfrentaron
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